
Durante más de 100 minutos el reggaetonero interpretó éxitos como Gasolina, Lo que pasó pasó y King Daddy. El público paceño coreó cada uno de sus temas más conocidos, mientras que alrededor del cantante ocho bailarines mostraban sensuales coreografías y de los extremos del escenario salían juegos pirotécnicos y humo de colores.“Dale Bolivia, ahora eres mi familia”, rimó el boricua en varios momentos del recital, obteniendo una respuesta atronadora por parte de las casi 30 mil personas que acudieron a la cita musical en el Hernando Siles.
El público contestó cada vez que Daddy Yankee se dirigía a él, ya sea cantando sus coros o bailando al ritmo de las instrucciones que el reggaetonero y su compañero Cochi rimaban en el micrófono. Poco antes del final, Yankee animó a quienes tenían cámaras con la frase “tírame unas fotos”, mientras posaba en el escenario.
Después invitó al público a levantar los celulares y bastones fosforescentes. Mientras que Yankee y Cochi cantaban, el público movía los brazos de abajo a arriba, de izquierda a derecha, iluminando el, en ese momento, oscuro escenario deportivo. Después el artista se refirió al debate de la altura al rimar: “Yo soy un campeón y la altura no me afecta”. La respuesta del público a esta improvisación fue la más expresiva de la noche.
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