20 abril 2008

Desconcierto en El Choliseo

Fue una sinfonía de ruido y contradicciones. Por un lado sus palabras denotan una genuina preocupación por los males sociales que aquejan al País. Bien. Pero, del otro, parte de sus canciones contradijeron el discurso que el reguetonero William Omar Landrón pronunció a través del espectáculo “Don Omar Sinfónico”, celebrado el viernes en el Coliseo José Miguel Agrelot.

No hubo libreto y si lo hubo, la producción desatinó al no alertar al artista que no era prudente justificar las aventuras amorosas en ‘Infieles’ mientras, por otro lado, advertía contra los estragos de la epidemia del sida antes de cantar ‘Angelito’.

Asimismo habló de la atención de los padres a los hijos mientras, inexplicablemente, invitó a “prender” antes de interpretar ‘Ojitos chiquititos’, una canción alusiva, implícitamente, a los efectos del uso de la marihuana. Pero lo más desconcertante del concierto fue su estridente sonido. Fue obvio que no hubo una prueba de audio para balancear la mezcla de los instrumentos en la consola, restarle bajo y graves al profundo beat del reguetón y controlar el volumen de la batería, causas de que el trabajo realizado por Ángelo Torres en los arreglos sinfónicos de los éxitos de Don Omar pasara inadvertido.

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